Por estos días se fueron suscitando una serie de polémicas en
distintas redes sociales en torno a las visiones o representaciones de los
diarios sobre como presentan las notas de algunos compañeros muralistas y si el
recorte que hacen los mismos representa o no el laburo y si la línea editorial
del diario pone un velo ideológico sobre el trabajo de los compañeros. Estas polémicas
demuestran como el arte público y el muralismo están más que vivos y siguen
despertando pasiones y posicionamientos, cosa que entendemos fundamental para
el desarrollo del campo y la vida democrática de nuestro país.
Más allá de esta cuestión puntual es evidente lo que desde
hace un tiempo venimos sosteniendo algunos compañeros sobre la formación política
y la militancia territorial de los pretendidos muralistas que ponen su trabajo
al servicio de causas justas y de los más humildes de la patria. Es decir,
sobre la FALTA de la formación política. Tener una opinión de la realidad, una opinión
política no es necesariamente saber que sucede en la realidad o como se
articulan las relación de fuerza y de poder. Con esto hacemos referencia a que
si bien es indispensable tener esa posición política y opiniones claras que nos
muestren esos posicionamientos, también es cabalmente importante lo que los
compañeros perciben como la construcción de política o de una línea de laburo y
lo que en realidad hacen. No es la misma realidad la del compañero que ha
venido militando en el campo popular más allá de su extracción ideológica a
aquel no haya tenido las distintas experiencias que componen esto. Militar territorialmente,
dar el apoyo escolar, abrir la unidad básica o centro cultural, dar la
merienda, hacer charlas con los vecinos sobre las problemáticas del barrio,
saltar de lo social a lo político y seguir viendo como los compañeros están al
frente de las sociedades de fomento, clubes, o tienen alguna representación institucional
en el estado municipal, provincial o nacional. Preparar las elecciones, juntar
a los fiscales, en fin…miles de prácticas y acciones que hacen al “quehacer”
militante de los compañeros. Por mucho tiempo el proyecto pedagógico estuvo
escindido del proyecto nacional y la inestabilidad de las representaciones políticas
hizo que la formación política no fuera indispensable, además de la larga noche
neoliberal que cuarto todas las relaciones sociales y políticas en nuestro país. Es ahí en donde la conformación de la
identidad del muralista quedo a medio camino entre el “artista” y el “trabajador
de la cultura”, dos claras posiciones ideologico-politicas. Para ser más claros
en el planteo, si por la mañana tomo algún diario, ya sea PAGINA 12, CLARIN, LA
NACION, AMBITO FINANCIERO, POPULAR, CRONICA, TIEMPO ARGENTINO o el que sea y
construyo mi opinión política y mi proceder político en función del recorte
discursivo de un diario o de la agenda del mismo estamos en un problema, porque
la realidad se lee en nuestros barrios no en un diario, la agenda la
construimos en función de lo nuestro hermanos necesitan en los barrios, no en
sobre como los medios tratan una noticia. Y es ahí a donde volvemos a la función
social del arte público y el muralismo. Si esta donde tiene que estar, si sirve
para lo que tiene que servir y si los que lo laburan y lo resguardan guardan
una estrecha relación y eso trasciende el objetivo parcial esta cumplido.
Por otro lado y para concluir es necesario que si hayan
muralistas comprometidos y militantes, movilizados, con una formación profesional
y político militante, es necesario también que estas cosas no se antagonicen,
no podemos renunciar a una cosa en detrimento de la otra. Con esto nos
referimos que si por cuestiones de recorrido personal uno no ha podido acceder
a una cosa o a la otra se dé un espacio para poder comprender lo otro y
alejarse del pensamiento binario que hace que tomemos posiciones antagónicas y
que nos terminemos peleando tipos y tipas que si bien no podremos estar de
acuerdo en todo siempre, tengamos un mínimo de consenso o disenso fuerte que
nos permita avanzar. Porque? Porque sería irresponsable medir el crecimiento de
este ámbito de laburo en función de los que nos pasa a nosotros individualmente
y si en función de las conquistas que vayamos logrando para el conjunto de los
trabajadores del arte público y el muralismo.
Dejo acá el tratamiento particular de los medios gráficos de
un compañero, donde se pueden ver 3 abordajes distintos de su laburo.
Pablo Lopez.
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